sábado, 16 de julio de 2011

Under pressure


Presión. Al acercarme, al alejarme. No lo puedo evitar. Me encanta jugar con fuego y luego lamerme las heridas.
Presión. No puedo respirar. A veces no quiero respirar.
En ocasiones creo que el alma no está en el pecho como siempre se dice. Creo que está en el abdómen, en algún lugar entre el estómago y los intestinos. ¿Si no cómo es que las mariposas se sienten en la barriga y no en el corazón? A mi no me engañan. La pasión es así, viene de las entrañas. Es visceral. Las mariposas, a veces ,me parecen tonterías para quedar finos. Algo así como simular que vivimos en un empalagoso cuento de hadas.
Vomita, niña.
Todo se transforma. Todo muta. Las personas, los paisajes, las cosas. Todo se adapta o se deja de adaptar. Me gustaría ser observadora invisible. Mirar sin que me miren. Descubrir sin descubrirme. Poder huir a mi antojo.
Huir, huir... llegar al otro lado del mundo me parece poco.

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