viernes, 14 de agosto de 2015

Revolution is my name

La convulsa y asesina rutina me roe los huesos. Puedo sentirlo en cada acto mecánico del trajín diario. Lo palpo al llegar la noche cuando me alcanza el insomnio.

Me incapacita, seca, desvalida y vacía despojándome de la decadencia necesaria para escribir algo de lo que sentirme realmente orgullosa. O lo que es peor, no tengo nada que vomitar sobre el papel, nada impactante que golpee el hipotálamo del lector ni el mío.

Soy de la noche, de el estruendo ahogado en garitos de mala muerte, de la risa, el llanto, los orgasmos y el dolor. La locura me llena de vida, sin ella… Sólo soy un mortal más sin camino ni futuro.

6 comentarios:

  1. En el incesante mundo de lo virtualmente improbable los gritos llegan a oídos de cualquiera que espere oír algo. Allí donde una vida vacía y una cabeza llena necesiten reequilibrarse en su justa medida, habrá una orilla donde la botella pueda descansar y ser recitada por otro náufrago tan perdido como el original.

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  2. No pensé que te pudiese molestar que comentase aquí... Lo siento.

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    1. No me molesta solo quería saber quien eres

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    2. La vida es tan corta y monótona como para ser una sola persona. Qué más da quien sea, como tu bien dices antes de conocer a alguien mejor desconocerlo y no asociarle ninguna etiqueta. Es muy bello lo que escribes y si sé ver esa belleza y compartir mis pensamientos mi identidad es lo de menos.
      De todos modos tranquila que no soy ningún puto loco que acosa a la gente jajaja. Simplemente prefiero no hacer públicos ciertos aspectos de mi vida.
      Cobardía? Quizá.

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