sábado, 26 de diciembre de 2015

Pies en tierra

Si estás vacía, te rellenas.
Si te han dado una bofetada, te preparas para la siguiente, y la siguiente, y la siguiente pero con la intención de esquivarla.
Que si te dan, te duela por no haber aprendido a apartarla.
Que la vida está ahí, preparada para ponerte el pie y hacer que te caigas. La gente está ahí, a la defensiva, relamiéndose antes de hincarte el diente.

Si ves que te vas a caer, usa tu paracaídas y si no tienes claro cómo abrirlo, prepárate para el aterrizaje. Se te permite sangrar, descargar tu ira con lo primero que veas y cagarte en dios/diez/x pero te levantas, sonríes y vas hasta el precipicio más cercano, verás que con el tiempo todo ésto te llega a divertir.

Es tu deber aprender a escoger el camino y a los que te acompañarán, algunos lo harán a desgana y otros se sentirán afortunados por cada paso que den a tu lado.
Pero escoge, ESCOGE, no te sientes a esperar, no te escondas detrás de tu muro que ahí la vida se escapa, no mira atrás ni espera a que tú la pilles cuando te convenga.
Deja que toda esa gente vea lo que hay detrás de tu telón, si no les gusta pueden dejar su butaca libre para otros espectadores. Que eso no te duela.

Y no hay nada malo.
No hay bofetada capaz de tirarte y no dejar levantarte.
Llorarás, sí, claro que lo harás.
Habrán ratitos en los que querrás desparecer, dormir y no despertar hasta que todo haya pasado y habrán otros cargados de risas y discusiones contigo misma, te criticarás por haber perdido el tiempo, por haber dejado que algo tan minúsculo te hiciera tanto daño.

Así es la vida. Vive la tuya sin pensar en los efectos secundarios. No siempre se presentan.

domingo, 13 de diciembre de 2015

And you can take all the pain away from me...

Siempre que he escrito lo he hecho para liberar todo el odio contenido. Como si por cada letra tecleada inspirase y espirase cien veces. Y realmente funciona. 

Pero...¿qué pasa cuando lo que quieres liberar es una felicidad atronadora?
¿Qué pasa cuando tu cuerpo se opone a retener tanta felicidad y tristeza juntas?

Pues en mi caso, también escribo. Porque no hay nada que me guste más que liberar algo que lleva escrito tu nombre. Porque cada letra tecleada ya no me supone alivio emocional que me lleva a parar de escribir cuando la tormenta cesa, si no un aliciente que me anima a seguir.

Ha sido totalmente inesperado. Mi inspiración, apenas escasa, sólo aparecía cuando mi cuerpo apenas podía percibirla. Y duraba tan poco, que ni en los peores momentos me permitía escribir más de dos párrafos.

Pero quién la necesita teniéndote a ti. Te has convertido en todo en tan poco que nos tienes a todos acojonados. Y  cuando digo todos, me refiero a cada uno de mis sentidos. Que como ya dije, son incapaces de irradiar otra cosa que no sea felicidad.

La tristeza, se queda acurrucadita bajo cada poro de mi piel esperando a saber qué.
No tengo prisa por echarla, pues sin ella, yo no estaría aquí.

sábado, 5 de diciembre de 2015

Soooooooooooooo

'Estudia y aprobarás'
'Come mejor y no te pondrás mala otra vez'
Llevo oyendo esos consejos y muchos más tooodo este tiempo.

Pero nadie me ha dicho qué se supone que hay que hacer cuando lo único que me apetece es dormir, fumarme un porro y llorar.

A pesar de llevar años sabiendo que no hay que ilusionarse, aquí estoy: desilusionada e igual de cansada y rota que siempre. Qué tonta he sido creyendo una vez más que mi propia felicidad estaba en otro lugar que no fuese yo. Qué optimista que, aún sabiendo que no estaba en ninguna parte, me empeñase en dibujarla encima tuya.

Era bonita... y parecía real. Pero la destrozaste. ¿Y qué hice yo? Recomponerla con lo poquito que quedaba de ella.

Pero ya no más, hoy recogeré todos sus trozos y me los pondré encima.