lunes, 19 de diciembre de 2011

Let the bodies hit the floor

Es un cúmulo de sensaciones.
La suma de la euforia, la decepción, la nostalgia y qué sé yo.
Sensaciones que no llevan a ninguna parte, que no sirven de nada, como el arco iris que poco aporta pero que está ahí y que cada vez que se digna a aparecer tenemos que mirarlo.
Es simple aburrimiento o estupidez pasajera.
Es querer gritar y callar al mismo tiempo. Necesidad de decirlo en voz alta para creerlo y una vez hecho, retroceder en el tiempo y callar todo ese sentimiento.
Son las ganas de vivir y de morir, de hacerlo todo junto y de vez en cuando querer hacerlo por separado.
Son las ganas de coger la luna con las manos, jugar con ella y luego regalársela a la persona que antes te quiera.
Palabras e imágenes, mezcladas, amigas sin quererlo, sin necesidad de serlo.
Palabras e imágenes que no dicen nada, que no quieren hacerlo.
Sí, es pura estupidez pasajera...

Solo tú.

Because behind this door
there is nothing to keep my fingers warm.
Y qué es lo que está mal en esta burbuja? Si para una vez que me da por abrir los ojos está oscuro. Para una vez que...
Y me dan ganas de gritar.
Cuando las distancias cortas resultan frías, sólo 2000 kilómetros y chocolate alivian la asfixia.

lunes, 28 de noviembre de 2011

Why?

Ya no sabía qué maquinar para permitirme, qué cojones, poder continuar con todo por hacer.
Vaguear, lo llaman.
Tocarse las pelotas, dicen.
Y el coño, añaden.
Desconocía cómo llegué a soportar durante tanto la rigidez en el bloqueo del ancla que a mi comportamiento sustentaba.
Apatía, suponen.
Calma Total III, titulan.
Chorrada candente, indico, cuando se presenta el pasado con un futuro que se idealiza para aclararme (o intentarlo) que iluminarse es de cobardes bronceándose para satisfacer los reclamos de un cáncer que se materializa. Insiste en aquello de que encenderse da hambre y en lo otro, en lo de que marginarse es la opción que antes se deja de lado en la cabaña del humano al lado de resolutiva situación, aterrándose por los ojos de desechos fabricados.
Escombros, frutas y órdenes, todo desparramado en su siempre repetitiva desproporción. Semillas rezumando lo inmaduro de quien las plantó en el suelo de un terreno que hace las veces de techo para ratas sociales y cucarachas sin exoesqueleto. Abono completísimo, claro. Mierda va, oye.
Apretando dientes, siempre. Mandibular acoso a la estabilidad física y emocional.
Ojeras negras y anteojeras desubicadas. Soñando en imaginar, sentada, que camino muy despierta y que no me es necesario girar el cuello para mirar a ningún lado. Ese cuello, roto, y los brazos, masturbados, culpando de ello al escozor. Las piernas encogidas y el torso malhumorado. El cuerpo, en general, derrumbada.
Tirada.
Tumbada.
Arrastrada.
Embancarrotada.
Mente derretida y corvas asesinas golpeando muebles.
Letras restregando el sudor aparecido tras el qué calor, qué calor y qué bochornoso antojo de voces adheridas, señor.
El sentido de un sueño, jajaaá, me lo voy a tragar, claro, como hizo la señora de vida religiosa y costumbres recatadas hasta llegar, con la ropa puesta, a comerle la polla a un indigente sólo por diversión, por eso llamado apuesta.
El sentido de la vida, tráiganlo sin protección, que me va apeteciendo sodomizarlo sin compasión.
Obsoleto aburrimiento de intranquila ociosidad.
Me cago en tu dios y en el de todos los demás.
Voy a fingir que no he dicho nada (oh, qué dificultad) y, después, pues que me lleven a visitar a la euforia de sus estridentes conclusiones bautizadas.
Le pondrán nombre.
La cagarán.
Y ahí tendrán su final.

Suicidiotez

Al azar irrelevante del sofrito de cebolla, en el sustento del mundo, se le antoja un hombre sin nombre al que pueda reconsiderar una y otra vez hasta la muerte. Al que se le permita espetarle un irradiadior intempestivo eterno, ya que detesta el quitaypón.
Mientras tanto, mira al cielo subido en la torre de Babel de su acrobacia interna. Y busca la fuerza que tira de él: busca su fuerza centrípeta: busca su propia voz.
Su proverbio chino, su perdición sin precinto.

CENIZA Y MIERDA.

Un montón de matojos quemados inunda tus vías respiratorias durante un par de segundos. Desayuno de humo y fuego. Contaminación voluntaria. Sucedáneos. 
Intentas ser aceptado públicamente sin saber que lo estás intentando. No funcionas. Nerviosismo constante. Te despiertas de un salto y ya no puedes volver a dormir, no sabes por qué. Qué pasa. 
Qué demonios te pasa. Pasan los años. Acudes al loquero para que te recete más sucedáneos de los sucedáneos. 
A pesar de que pensabas que no, que jamás, has entrado en el juego. Te miras en el espejo, en las porterías por la calle, en las ventanas. A la mínima oportunidad te miras. Observas con escrutinio cada uno de tus fallos, de tus irreversibles imperfecciones. 
Y saltas por la noche. Sigues yendo al loquero a por tu ración de sucedáneos. A por tu paquete de Xanax de todos los meses, a por tu paquete de tabaco y a por tus malditas cápsulas de café. 
Te bajas del autobús, te subes en el metro, transbordo en Dondequieraquestés. Vas, vienes, vuelves. Te alimentas a base de humos y agua adulterada. Sucia. 
Cada vez menos carne en el cuerpo, cada vez menos músculo y más hueso. 
De repente te miras y ves tu brazo diminuto encendiendo otro cigarro. Estás contento. Tu muñeca no abarca lo que aprieta la de un orondo y seboso individuo de esos a los que jamás te debes de parecer.
Gastas. Necesitas más ropa, más complementos, más y más ropa. La necesitas para trabajar, para vivir, para seguir necesitando tus sucedáneos. Tu café diario y tu esclavitud eterna. 
Felicidades, has triunfado. 
Cásate. Vete del nido. Vuela y alquila, si eres listo. Si no lo eres pagarás una hipoteca a cincuenta años. Pero no lo harás. Alquilarás y comprarás muebles que sean aptos para hipotéticas visitas dignas de mención. Tu jefa. La jefa de tu pareja. Tus padres. O quien sea. Ahora sí que desayunas ceniza, y cada vez más. Estarías en los huesos de no ser por las comidas familiares y de empresa, que no son obligatorias. Pero si se te pasa por la cabeza no asistir habrás firmado la sentencia de muerte. Comidas, cañas, copas, cenas: humo y más humo. 
Estás enganchado a la vida, donde no educaron a nadie para saber hacer nada. El único conocimiento del comprar. Consumir. Necesitar. Gastar. Producir para gastar una y otra vez en las mismas cosas. Usar y tirar hasta morirse. Enganchado por el cuello como un lechón en la carnicería del supermercado que hay enfrente de casa.

Bienvenido a la jungla

Un pecho caído en el centro del techo del despacho del cirujano plástico.
Un interruptor que lo tersa.
Un cartel: "ASÍ DE RÁPIDO".

Puntoyfinal

Epilepsia. Cerveza. Gas. Jabón. Afeitar. Sin semen. Despertar imposible. Caballos. Cuadrúpedos. Larvas a la sal. Doradasada. A la plancha. Héroes del sí. Lencio como apodo. Modas pasajeras. Pasarelas en pasillos de avión. Tren. Bus. Política. Abuela católica. Apostólica. A propositólica. No me jodas. Intenciones. Resúmenes. Mujer. Membelesa. Marquesina sangrante. Párpados en lazotea. Cachete. Cachea. Caché. Postín. Botín. Santander. Es muy DER. Es taaaaan DER. Devolver Esmegma Robado. Vomitar en Melmac un rabo. Alf. Gatos. Camototoro. Humanoides. Eco. Retumba. Recuesta. Encarecido. Sentido. Sexto. Egebé. Jotapegé. Guif. Bituin. Bic. Tic. Tac.
Tic.
Tac.
Esto es el fin, Al.
Y cante.

martes, 20 de septiembre de 2011

¿Y por qué existimos?

Esta mañana, se me ocurrió hacerme la pregunta de ¿y yo por qué estoy en el mundo? Todos estamos aquí por algún motivo en especial.
A lo mejor yo soy especial ..¡Bah! ¿A quién quiero engañar? Seguro que eso lo piensa todo el mundo. Y justo el que no lo piensa resulta que sí que lo es.
Alguna loca de la vida escondida en una ramita de cualquier árbol.
Sí, eso soy yo.
Ramita, -ita, -ita, -ita...¡Tacita!
Hora del té.

sábado, 17 de septiembre de 2011

Thinking thing ~ Energía.


Vivir. Sobrevivir. Objetivos y listones. Energía.
Ahí tienes el resumen del capítulo si incluimos variantes rosadas en la fórmula
No sabía yo que había tantos saxofones en la ciudad. Y yo busco el "mi sostenido" en todos ellos... sea cual sea esa nota. Son cosas en las que mi neurona se balancea mientras empiezo a oler mi perfume.
Son cosas en las que pongo el ojo con el cartucho agotado. Cuando de cuando en cuando revuelvo entre mis obligaciones y encuentro tus pelusas traspapeladas.
Es el color verde menta. Son mi cara en tu pupila, Mr Cueva en tus oídos y la cebolla con agua.
Stand-by. Guardándote, Energía

Que-os-peteeeeeeeeeeeeen :)

¿A alguien no le gustas?Que le jodan. ¿Has tenido un mal día? A la mierda. ¿No has conseguido ese trabajo, pasado de curso o la promoción que querías?A la mierda. ¿Peleado con tu pareja? A la mierda. ¿Te has sentido gordo hoy? A la mierda. ¿Perdido el control de todo y todos? a la mierda. Lo que importa ahora, no importará después, la que de verdad importa es que estás vivo y que tienes la capacidad de hacer absolutamente lo que quieras con esta bonita y loca coincidencia de estar en este planeta. Simplemente, estira tu dedo del medio en el aire y piensa 'Joder, si lo he hecho bien!'

Llámame loca, realmente carece de sentido :)

Todos los anfibios pueden hacer mantequilla de pimienta con solo recitar el nuevo testamento al revés empuñando un sable solar para mosquitos lunares. Pasar la pelota a mi amigo Peseto ha sido una mala influencia para el colesterol abultado de palomitas refrescantes de maíz hirviente con sopa mojada no identificada por mí. Action man quiere matar al Doctor X. Estás muerto doctor x!!!!. Tu tienes una lavadora centrifugante de plasma cuántica celular no acompasada a mi compás...por eso te voy a matar. Mis manos mocosas sangran al ritmo de la musica de Pancho Sanza haciendo el pino en la yugular del cuarto coyote parabólico intrapersonal cargado con los pañuelos picantes de Roki Calzaslargas,el hermano secreto de Pipí y el ayudante(secreto también)de Papá Pitufo de seta. Cucuruxo de albondigas mi orinal favorito, siempre de plastico me como todo el papel meado, los gordos me atacan, nadie se encuentra el pene.

Y el silencio...catarsis.


A ciertas horas. Puro instinto.
Lagunas. Océanos de amnesia.
Click! Qué ha pasado?
Tajos de emociones a la orilla del rio. Caudales y trenes. Sombreros y flashes.
Eso es lo que queda mientras mis neuronas barren.
No, paso. Esta vez no quiero recordarlo. No, si no viene del pajarito adecuado.
Un petirrojo. Sí, tendría que ser.
Mis 4 horas de "desrecuerdo" son perfectas.
Y esto... y esto a qué sabe?
A sangría con taquicardia y sal, cargada por el diablo.
Nos encontraremos, con los pelos más largos y alguna flor más en nuestras primaveras.

martes, 26 de julio de 2011

¡Lo pones todo patas arriba!-.-


- Pasa.... pasa que ahora mismo estoy en ese punto en el que no tengo muy claro lo que me está pasando, lo que pasa a mi alrededor y lo que... lo que quiera que tengo que saber.
- ¿Y cuándo se supone que lo has sabido? ¿En qué momento tuviste las cosas claras? ¿Cuándo has sido capaz de definirte?
- Auch. Vale. No me he explicado bien. Me estoy... soy una desconocida. Estoy sin control, sin norte.
- Eso tiene un nombre: etapa.
-Te encanta etiquetarlo todo. Ponerle nombre a las cosas, mote a los desconocidos, resumirlo. No está bien simplificar lo que me está pasando para hacerme ver que no es para tanto. Me siento... diferente. ¿Qué haces? Me pregunto una vez hecho, porque mientras lo hago, aún sabiendo que lo estoy haciendo mal, lo saboreo y me digo: mañana será otro día así que... p'alante.
-¿Y qué tiene de malo eso del "desearlo y quererlo hacer"? Si lo hiciste a sabiendas de lo que te vendría encima, te jodes y acarreas.
- La acción en sí me da igual. No hablo de los actos, hablo del rastro que dejan en mí. ¿Qué se supone que soy? Porque a medida que me hago mayor me voy viendo cada vez más difuminada. Como a lápiz, alguien ha pasado el dedo y ha jodido el folio... o lo ha dejado más bonito.
No digo que sea mejor o peor persona de lo que creí ser antes de plantearme todo ésto, antes de cometer errores a sabiendas o después de sustituir los puzzles por algún que otro hábito... (dejémoslo ahí) digo que... que... joder, ¿Dónde venderán brújulas? Me urge una.
- No eres la única que va por ahí sin una y aunque eso no sea un consuelo, la mayoría puede vivir sin ella. Hagas lo que hagas, eres tú la que actúa -con o sin norte-. Eres niña de sur, se te ve en las pecas.

sábado, 16 de julio de 2011

Under pressure


Presión. Al acercarme, al alejarme. No lo puedo evitar. Me encanta jugar con fuego y luego lamerme las heridas.
Presión. No puedo respirar. A veces no quiero respirar.
En ocasiones creo que el alma no está en el pecho como siempre se dice. Creo que está en el abdómen, en algún lugar entre el estómago y los intestinos. ¿Si no cómo es que las mariposas se sienten en la barriga y no en el corazón? A mi no me engañan. La pasión es así, viene de las entrañas. Es visceral. Las mariposas, a veces ,me parecen tonterías para quedar finos. Algo así como simular que vivimos en un empalagoso cuento de hadas.
Vomita, niña.
Todo se transforma. Todo muta. Las personas, los paisajes, las cosas. Todo se adapta o se deja de adaptar. Me gustaría ser observadora invisible. Mirar sin que me miren. Descubrir sin descubrirme. Poder huir a mi antojo.
Huir, huir... llegar al otro lado del mundo me parece poco.

sábado, 4 de junio de 2011

Huele a neurona chamuscada.


¿Sabes? Te mentí. Te hice creer cosas, decir cosas. Te hice construir un búnker y ahora te lo estoy tirando a la cabeza. Te dejé dormir demasiado.
Ahora puedo ver tu cara de interrogación y, en parte, me gusta. Me da placer destrozar tus nubes con mis manos. Es como una especie de dolor rico. Ya sabes, "lo que pica sana". Como el enjuague bucal. Como el alcohol en las heridas. ¿Sabes? Cuando te mentalizas todo tiene mejor sabor.
¡Cuánta perturbación por tan poco! Me rebano los sesos. Todo se soluciona con siestas, fiestas... Vanalidades. Un cóctel de risas y buenos propósitos. Un poco de desenchufar la maldita neurona.
Y, bueno, siempre cabe la posibilidad de que no fuera mentira del todo. Cabe la posibilidad de que mañana salga el sol por el mismo lugar de siempre y tu vida vuelva a ser rectilínea, llana... tan simple como a nosotros nos gusta.
Sí, estoy segura.
Tal vez estamos jugando. Tal vez.
A lo mismo de siempre.
Sí. Con certeza.

miércoles, 1 de junio de 2011

Al borde del abismo.

Hoy, me di cuenta de algo que me llevó años hacerlo:
Que las amistades cambian.
Y que nada va a ser como tú pretendas que sea.
Que puedes perder una amistad en menos que canta un gallo y quedarte sola.

Es curioso que a veces esto sea porque alguien se interpone, alguien que estaba sola y que necesita de alguien.
Hasta ahí todo bien, todos necesitamos un sustento.
Pero, lo que no necesitamos es romper una amistad, y es lo que ella está haciendo.

Tantos años para nada, para que todo acabe destrozado.
Para que ya no vayamos juntas a ninguna parte, ni gastemos todo el dinero llamándonos, ni esbocemos sonrisas mutuas por cualquier paranoia, ni tomemos chocolate con churros juntas, ni critiquemos a las pijas-tontas que se ponen delante nuestra, ; Si no que tú, preferirás ir con ella a todas partes, y vivir con ella tu vida, mantenerme como un viejo recuerdo quizá , o simplemente olvidarme.

Yo ya no volveré a saber nada más de ti, y, como ocurre siempre, acabaré yo sola.

Es ley de vida, el pez grande se come al pequeño, y creo, que esta vez es mi turno.

http://www.youtube.com/watch?v=Bmwa-20HV_s

Ni estabas , ni estarás.

domingo, 17 de abril de 2011

Aprende a ver que no soy de piedra

Siempre me han dicho que no debo llorar, que debo ser fuerte, que debo enfrentar lo que me viene y que debo mostrar una sonrisa cada día, no digamos tonterías, somos personas, lloramos cuando algo nos duele muy hondo y nos sentimos lastimados, tenemos miedos, miedo a perder a la gente que queremos, miedo a lo diferente, a lo desconocido, miedo al futuro, debilidades a insultos y a las críticas, y sí, aunque en ocasiones aparente que estoy muy contenta, que nada me preocupa y que todo me da igual; las cosas me afectan, sí, lloro si me hacen daño, le temo a muchas cosas y si me das en mi punto débil me derrumbo, aprende a ver que no soy de piedra ·